Photo by Mikhail Vaneev

Sep 26, 2010

25-09-2010

Pureza de sonido


Salvado rápidamente el difuso momento de entrada del violinista, a Vadim Repin, de perfección técnica y sonido puro y elevado, se le escucha con gran placer. Toca con mucha naturalidad, sin que se aprecien las dificultades que contiene el Concierto de Beethoven. La expresividad romántica fue algo que flotaba serenamente en la sala. Las cadencias del primer y tercer movimiento se oyeron en toda su perfección El director Orozco-Estrada propició que el solista abundase en el lirismo que desborda la partitura. Alegre y entretenido el breve arreglo sobre el "Carnaval de Venecia" ofrecido como propina.
La elección del titular de la Orquesta de Euskadi de la séptima Sinfonía de Dvorák fue buena muestra de cómo entre podio y orquesta está creciendo una acertada afinidad artística. Con su peculiar y expresivo gesto ofreció una versión vivaz, destacando lo mucho que de intenso romanticismo nacionalista contiene la Sinfonía.

KARMELO ERREKATXO - CRÍTICA MUSICAL